El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidirá el próximo 9 de abril en la Catedral la misa de apertura el Año Santo Jubilar con motivo del sexto centenario de la muerte de San Vicente Ferrer, que será clausurado el 29 de abril de 2019.
Tal como establece el Arzobispo en un decreto, la diócesis de Valencia contará con 14 templos jubilares durante el Año Santo Vicentino, seis de ellos en la ciudad de Valencia, concretamente la Catedral, la iglesia de la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer, la parroquia de San Esteban Protomártir, la iglesia castrense de Santo Domingo, la Basílica de San Vicente Ferrer y la parroquia de San Vicente Ferrer.
También han sido designados templos jubilares en la diócesis la capilla del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, en San Antonio de Benagéber; las ermitas dedicadas al santo en Llíria y Agullent; las iglesias parroquiales de Santa Catalina, Virgen y Mártir, en Teulada, y San Pedro Apóstol, en Paterna; y las iglesias parroquiales, también dedicadas al santo dominico en Adsubia, Algimia de Alfara y Torrent.
Según lo establecido en el decreto, “podrán obtener el don de la indulgencia plenaria los fieles cristianos que estén verdaderamente arrepentidos de sus pecados, cumplan debidamente las condiciones acostumbradas y participen en la misa presidida por el Arzobispo en la Catedral de Valencia, en la apertura y clausura del Año Jubilar”, que tendrán lugar el 9 de abril de 2018 y el 29 de abril de 2019, respectivamente.
El decreto del “Año Santo Jubilar con ocasión del VI Centenario del Tránsito de San Vicente Ferrer, patrono de la Comunidad Valenciana” firmado por el Cardenal Arzobispo de Valencia también indica que podrán obtener la indulgencia plenaria “los fieles que, durante el Año Jubilar, visiten o asistan a la Eucaristía o acto jubilar o piadoso, o al menos dediquen un tiempo razonable a la plegaria, de modo particular por las intenciones del Papa” en alguno de los templos jubilares, así como “las personas mayores, los enfermos y los que por causa grave no pueden salir de sus hogares, con las condiciones habituales.