Honorable Clavariesa de les Festes Vicentines, Ilma. Sra. Dª. MARIVÍ BORRELL ALÓS.
Excelentíssim Sr. Tinent General D. Francisco José Gan i Pampols, cap del Quarter Terrestre d’Alta Disponibilitat.
Ilustre Sr. Pere Fuset i Tortosa, Regidor de Cultura Festiva de l’Ajuntament de Valéncia.
Reverent D. José Ignacio Llópez i Guasp, Clavari Director del Colege Imperial de Chiquets Orfens de Sant Vicent Ferrer.
Excelentíssims i ilustríssims senyores i senyors.
Amics vicentins tots.
Quan l’atre dia em va cridar per teléfon el nostre president de la Junta Central Vicentina, per a propondrem que volia que fora yo el mantenedor d’este acte, despuix de la sorpresa, li vaig dir que no perque els que em coneixeu sabeu que no soc orador, ni domine el valencià, pero com a bon polític i el seu poder de persuasió, argumentant els anys que estic en el món vicentí, al final vaig acceptar pero estar segurs que solament per dos motius, la meua gran devoció a Sant Vicent Ferrer i l’afecte personal que li tinc a la nostra Honorable Clavariesa i que en consta és correspost.
També per ser un any tan especial per a tots nosatres, ya que celebren el próxim 5 d’abril el sext centenari de la seu mort. I durant tot l’any 2019 es van a celebrar infinitat d’actes, uns organismes com a escritor, uns atres com a polític, pero yo crec que a nosatres nos interessa més la seua faceta com a predicador.
En Sant Vicent tenim a eixe Sant, a eixe home nou, a eixe evangelisador, que en la seua época va dur a terme una obra d’evangelisació tan gran i transformadora com la que ara necessitem.
Fue como San Pablo: “hay de mí si no predicara el Evangelio” que trabajó de manera incansable anunciándolo y con una Fé profunda, por lo que lo vemos por todas partes evangelizando.
Recorrió la Europa de su tiempo, predicando con signos y milagros, casi siempre a favor de los más débiles y pobres. De una manera sencilla que sabía llegar al corazón. Él que había recibido en una visión el encargo de Jesucristo de evangelizar el mundo, fue un apóstol de la cristiandad, que contribuyó a la reconstrucción de Europa a partir del Evangelio.
San Vicente tiene que ser hoy un estímulo para proclamar a todos la riqueza de la iglesia y la misericordia para construir una sociedad nueva.
En nuestra patria valenciana, la de nuestro Santo Patrón, necesitamos restaurar el tejido social al que pertenecemos.
- Fill i Patró de Valencia
- Volgut Pare Sant Vicent,
- a vostra virtut i ciència
- humilment s’encomamen.
- Feu torne a este mon de hui,
- capgirat pels patiments
- i l’egoisme i maldats
- dels que no creuen en res,
- ixquen de la iniquitat
- I nets de cor i de ment,
- retornen al bon camí
- que es el que ens senyala DEU.
La predicación de San Vicente Ferrer es conocida en sus aspectos escatológicos, apocalípticos y especialmente moralizadores. Pero leyendo con atención sus sermones, encontramos apreciaciones nuevas, como su pensamiento socio-económico y por ello los problemas económicos y sociales que crean desequilibrio en la sociedad.
En tiempo de San Vicente, se guardaba todavía la estructura piramidal de la Edad Media, aunque ciertos estamentos ya se resquebrajaban. Desde el siglo XII, se debatía en la sociedad y también en la iglesia, el dinero y los negocios con el dinero y San Vicente afronta el problema y cuando en sus sermones tiene ocasión, expone su opinión sobre el valor del dinero y la aplicación del mismo en la acti- vidad económica del mercado, incluso del mismo dinero.
También aparece en sus sermones su opinión sobre los préstamos y el problema de los ricos y los pobres, tratando como hay que apreciar y valorar la riqueza, sus modalidades y su finalidad después de indagar sus orígenes.
San Vicente Ferrer, consagró prácticamente los últimos veinte años de su vida a la predicación itinerante del Evangelio por gran parte de la Europa de su tiempo. Esta actividad predicadora urbana hay que entenderla también como una de las manifestaciones de lo que se denomina “religión cívica”, refiriéndose a aquellos actos religiosos que se realizan con la organización de los poderes públicos municipales. A partir de 1.416 ya no regresaría a España, se dedicó a predicar por el sur de Francia, hasta que más tarde, invitado por los duques de Bretaña, se trasladaría a predicar por esa zona hasta su fallecimiento en Vannes el 5 de abril de 1.419.
En resumen, pacificaba a las familias reconciliaba bandos nobiliarios que ensan- grentaban las calles de Valencia, aconsejaba a príncipes y papas, hombre y ángel que ejerció una influencia casi soberana sobre las gentes de su tiempo.
Después de su fallecimiento, según el historiador padre Juan Luis Corbin sitúa la primera representación de San Vicente Ferrer en los “Bultos de San Esteban”, figuras grandes de las llamadas de “bulto”, expresados por cartelas a los pies, que fue una idea de Fray Domingo Anadón y clérigos de San Esteban. Pero la primera representación plástica de lo que después serían los altares, la realiza Juan Garrigues, especiero, al que a su hijo Toni le curó San Vicente unas úlceras en el cuello. Un hijo de Toni, o sea nieto de Juan, en su memoria erigió un retablo pequeño en la fachada de su casa en la calle del Mar, que todos los años adornaba el 5 de abril, lo que más tarde originaria no se sabe exactamente la fecha el Altar del Mar.
Fages, sí que nos habla en su biografía de San Vicente Ferrer que en 1.655 se emplazaba un altar suntuoso en la calle del Mar y también en el Mercado y en el Tossal, todos ellos abiertos y libres, generalmente de “florero” con vistosas telas. Desde la capitulación de Valencia ante Jaime I, en el antiguo valle del mercado se hacían todo tipo de representaciones y allí predicó San Vicente y consta que también se tuvo el recuerdo de su presencia, lo que después sería el Altar de Mercat. Lo mismo ocurrió con las fiestas que se celebraban en el Tossal, y en la Tapineria conmemorando el milagro del Mocadoret. En la calle de San Vicente Martir primero por los Beguines y más tarde por su asociación en 1.624. En Velluters el Altar del Pilar en 1.878, en San Valero el de Russafa, en San Esteban, La Pila Bautismal, a primeros del siglo XX en el Carme.
De la misma manera, en la ciudad de Valencia se crearon el de La Playa, Ángel Custodio, Mercado de Colón. También en Junta Central Vicentina, las poblaciones de Chirivella, Mislata, Almassera, Ribarroja y cofradías en Lliria y La Canyada.
Lo que es indiscutible, es que la devoción a nuestro Santo Patrón se origina en un Altar y después somos todos los transmisores de la misma al cabo de los siglos y así debemos de seguir, si queremos que otros que vendrán después, celebren en 2050 el centenario del nacimiento y en 2055 el de su canonización.
Al hablar de los Altares tenemos también que hacerlo de las representaciones de los milagros. Parece ser que las primeras representaciones las hicieron los niños del Colegio Imperial en su antigua sede de la calle Pérez Bayer y que acudían después a los diferentes altares. Más tarde, serían representados por los niños de cada barriada, apareciendo infini- dad de textos representados.
Según Orellana y Martínez Ortiz, en 1748 se prohibiéron en Valencia todos los festejos calle- jeros, excepto los realizados en la calle del Mar. Y hoy en día, sorteando todas las dificultades propias de nuestro tiempo, seguimos recordando la figura de San Vicente Ferrer y hace unos años todos juntos unidos a otras asociaciones, solicitamos y conseguimos que “ELS MILACRES” fueran declarados Bien de Interés Cultural, protegiendo de esta manera su continuidad.
Como más tarde, todos juntos solicitamos a las Cortes que se declarase en 2019 como año de San Vicente Ferrrer, que así lo hizo y ha instado al Consell de la Generalitat que así lo ha declarado por ser el sexto centenario de su fallecimiento.
Este año, la presidenta del Altar del Mar, Mariví Borrell Alós, ha sido nombrada Honorable Clavariesa de las Fiestas Vicentinas de 2019.
Oriunda de Burjasot, donde su padre tenía una fábrica de sedas importante en su época, tanto como su formación religiosa y una familia cristina. Que después seguiría recibiendo en el colegio Sagrado Corazón de Godella y en el Círculo Católico de Burjasot, famoso entonces por su gran actividad y de donde salieron grandes actores, actrices y cantantes. Allí conocería a un joven navarro que se había desplazado a Valencia, para cursar estudios de agrónomo, con el que contrajo matrimonio muy joven y así él, estableció aquí sus negocios. Estudió también en la escuela de comercio, trabajó como docente en el colegio y más tarde se dedicaría al negocio familiar, haciéndose cargo totalmente de él durante una enfermedad de Joaquín.
En el Salón de Cristal, nuestro presidente la definió como “una dona treballadora” y efectivamente lo es, pues todavía continúa trabajando en la empresa familiar.
En el año 2008, por una dificultad en la colocación del Altar del Mar en la fachada de una entidad bancaria, en la plaza de Tetuán, debido a una restauración que estaba realizando la empresa del matrimonio, su presidente, entonces Carlos Codoñer, excolegial también del Colegio Imperial, estableció relación con ellos y le dieron tantas facilidades, que decidieron hacerlos clavarios mayores ese año. Y en su casa estuvo la Imagen de San Vicente, no solo ese año sino los otros tres siguientes, incrementando de esta manera su devoción. Mariví se involucró de tal manera, que entró a formar parte de su junta ejecutiva y desde 2016 es la presidenta del Altar del Mar y componente de la directiva de la Junta Central Vicentina.
Por lo tanto nuestra Honorable Clavariesa, conoce de primera mano perfectamente todos los problemas que se ciernen sobre todos los altares, que a partir de ahora visitarás y compartirás todos los actos que se vayan organizando.
También conoces y estimas en gran manera al Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, fundado por el santo, ya que hace algunos años por diferentes di- ficultades y para evitar su desaparición, los ex-colegiales se tuvieron que hacer cargo de tu Altar del Mar y todavía continuáis con la colaboración mutua. Mariví, tienes que procurar que este Año Santo Jubilar deje huella en todos nosotros, que seamos como el santo, mensajeros de la paz y la concordia, que sepamos retejer como hizo él, allá por donde anduvo, el tejido social al que pertenecemos.
Nos sentim cridats per Sant Vicent a construir l’unitat i a treballar tots junts en estos moments que vivim, buscant tots junts respostes als problemes comuns.
Marivi, et desige un any esplèndit en tots els aspectes. Goja-ho que el “Temps fuig” i va molt a pressa, espere que en el teu bon fer i experiencia, sabràs animar al món vicentí, per a que continuem sempre propagant la devoció de Sant Vicent Ferrer.
Vullc terminar en unes estrofes del milacre titulat “L’Ultim Sermó” de Peris Celda, en la que Sant Vicent es despedix de Valéncia i que la podem aplicar a tots nosatres.
- A manera de llegat
- dos coses deixe ben tou:
- Als familiars, mon retrat
- i per a Valéncia un pou,
- que mai se vorà esgotat.
- En la casa a on naixquí yo
- esta el pou i vos asegure
- que quan un mal vos apure,
- si acudiu en devoció,
- l’aigua el millore o el cure.
- Bona gent… Bons valencians…
- Els meus consells no oblideu…
- Sigau bons… Sigau humans…
- Volgueu-se com a germans…
- I sempre ¡TEMEU A DEU!