El pasado fin de semana visitó nuestra ciudad el Cristo de Graus, se trata de un Crucifijo donado por San Vicente Ferrer a la villa de Graus (Huesca) en 1415. La talla, hoy policromada, y cuya antigüedad se ha comprobado, perdió en la Guerra Civil del 36 la cruz original y parte del brazo derecho, restaurado por el imaginero grausino Ramón Auset Celaya.
El Cristo procesionó junto a las Imágenes de San Vicente Ferrer de las diferentes Asociaciones vicentinas y la de la Virgen de los Desamparados (la imagen peregrina, tallada en 1946 por el escultor Carmelo Vicent).
En la foto la Junta Directiva de Junta Central Vicentina junto a la representación de la ciudad oscense y la «reliquia».