El domingo 2 de abril de 1961, víspera de la festividad de Sant Vicent Ferrer, después de la misa solemne en lengua valenciana celebrada en la parroquia de la Santísima Cruz, la Asociación de San Vicente Ferrer del Altar del Carmen estrenaba un nuevo altar. La estampa conmemorativa del acto de bendición decía así: “Recuerdo de la bendición del nuevo Retablo-Altar, dedicado a San Vicente Ferrer por esta Asociación, obra realizada por los artistas D. Rafael Raga y D. José López; bendecido por el Reverendo Sr. Cura D. Alejo Sendra Tarrazó, siendo padrinos de la ceremonia D. Vicente Montaner Agustí y D. Carmen Llabata de Montaner. Valencia, abril 1961”.
Cincuenta y seis años después, el domingo 23 de abril, una vez finalizada la procesión general monseñor Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia, bendecía el nuevo altar retablo. Presidiendo la bendición le acompañaron el consiliario de la asociación Rvdo. José Sarrión, el padre Alfonso Esponera O.P., el presidente del Altar, José Miguel López, la Honorable Clavariesa de las fiestas vicentinas de 2017, Carmela Morell, acompañada por vicepresidente de la JCV Manuel Ferri y los clavarios del altar Francisco Villagrán y Rubén Hernández.
El altar inaugurado en 1961 había sido restaurado de forma integral en 1982.
Con motivo de la rehabilitación de la fachada principal de la iglesia, finalizada en 2009, dejó de levantarse en toda su altura el altar, por el riesgo que conllevaba al no poder fijarse el andamiaje sobre la fachada y dejó de realizarse la tradicional pujá y baixá del sant que caracterizaba y daba singularidad al retablo. Al finalizar la fiestas de 2016 la asociación tomó la decisión de realizar un nuevo altar ya que el estado del actual implicaba un riesgo. Tras valorar varios proyectos se aprobó por unanimidad realizar una réplica del altar existente conocido popularmente como de florero. Se encargó el proyecto al artista Pablo Jesús Ovejero que contó con la colaboración de Jordi Palanca, miembro del Altar. El nuevo retablo es de resina de poliéster y fibra de vidrio, con una estructura metálica desmontable, realizado a escala 1:1. Gracias al ingeniero Alfonso Ávila se ha recuperado el tradicional mecanismo de subida y bajada del santo, que había diseñado en 1961 Rafael Gallent. El Santo sube a través de dos cables, dando la sensación que va suspendido en el aire y a su vez hace un leve giro a izquierda y derecha bendiciendo a los presentes.
Después de la bendición y pujá del Sant, se representó en el altar el milacre “El Bordet”, original de Salvador Silvestre.